Semáforos ...
Hace un largo rato que estoy observando la calle cerca de donde estoy desde hace unos días, y noté que no sólo no había ningún semáforo en los alrededores, sino que -tampoco- había problema de tránsito alguno. Ni entre vehículos, ni con bicicletas o peatones. Eso me hizo recordar una visita con amigos a las islas de Nueva Zelanda, hace ya diez años atrás, en que notamos con asombro que una ciudad completamente turística (Queenston), que albergaba en las dos temporadas (verano e invierno) casi 300.000 personas, sólo tenía un único semáforo en una esquina ... Nos sorprendió lo ordenado y tranquilo que era el tránsito vehícular (muy fluido en horarios pico), y traspolábamos eso a nuestras costumbres latinas ... Obviamente, la comparación daba para todo tipo de chistes y risas, aunque en el fondo creo que nos sentimos mal por ser tan desordenados y necesitados de regulaciones, límites y prohibiciones; inclusive -como los simples semáforos- claramente compulsivas ... Cuál es el punto ...