Navegar es preciso ...
Navegar es preciso ... (pero la vida, no!) Hace unos días atrás me encontré con un conocido que provocó que volvieran a mí unos gratos recuerdos de hace bastante tiempo atrás, cuando en el Club Náutico de mi ciudad se había armado un hermoso grupo de padres colaboradores con la actividad náutica, la cual era comandada por una hermosa persona que viajaba desde Puerto Madryn a instruir a nuestros hijos. La experiencia en sí era muy gratificante y educativa para los chicos, dado el contacto casi permanente con la naturaleza, mar, playas, sol, toninas, gaviotas; etc. A eso se agregaba el plus que le ponía el instructor náutico, que más que enseñar cabullería, jarcias y orzas, se esforzaba por f ormar buenas personas y divertirse con el grupo de niños. Fueron tres o cuatro temporadas que estuvimos vinculados a este grupo hermoso, y en una de las oportunidades viajamos todas las familias a la ciudad de Puerto Madryn -en el mes de Mayo-, a participar de la Copa de las Ballenas ,...