Recuerdos de guerras ...
Cada cierto tiempo nuestras vidas nos imponen períodos de re-acomodamiento, de re-ordenamiento de nuestras cosas, poniéndonos en crisis en nuestras comodidades cotidianas, sacudiéndonos de nuestras zonas de confort en pos de resignificar los pasados y recalibrar el futuro. No soy por esencia reacio ni alérgico a esas crisis que periódicamente se nos presentan, sino que por el contrario las agradezco con todo el corazón, porque aprendo muchas cosas de cada una de ellas. Así, cuando tenemos esos cimbronazos que nos desacomodan durante un tiempo, generalmente luego de un inicial camino nebuloso terminamos aprendiendo a conocernos un poco más (y mejor), aprendiendo también a conocer y re-conocer mejor nuestros entornos, y culminamos en las postrimerías de la crisis viendo con mayor claridad no sólo nuestros interiores sino también la realidad de la mayoría de nuestras relaciones más cercanas. Es en ese agridulce proceso en que nos encontramos algunas veces, esto es en pleno tir...